El crimen de las niñas de Alcácer - Parte I

El misterio siempre ha rodeado este caso, para la mayoría de España, nunca ha sido resuelto.

La conmoción que causó este triple crimen por su brutalidad movilizó a todo el país en el caso más siniestro de toda la historia reciente de España.

Este artículo lo he dividido en tres partes, ya que es demasiado largo, más abajo os pongo las otras dos partes que contienen las autopsias oficiales.

El 13 de Noviembre de 1992, Míriam García (28/07/78) de 14 años, Antonia Gómez (25/05/77) de 15 y Desirée Hernández (17/02/78) de 14 años, salen como muchas jóvenes a una fiesta de instituto que se celebraba en la discoteca Coolor de Picasent. Anteriormente habían ido a casa de otra de sus amigas, Esther, que estaba enferma y desde allí se fueron para nunca volver. Según declaró su amiga posteriormente ante la Guardia Civil, habían salido de su casa a las ocho y veinte.

En este artículo vamos a ver las autopsias reales, declaraciones y otras investigaciones.

Ellas vivían en Alcácer y decidieron hacer autoestop, algo frecuente en la zona, el paso entre los dos pueblos es de un kilómetro, atravesar todo Picassent, otro kilómetro más, y caminar unos 500 metros hasta la discoteca. Esta última parte es muy oscura y no hay viviendas al lado de la carretera, allí es donde muchos jóvenes hacen autoestop para dirigirse a ambas direcciones.

La discoteca ponía autobuses y furgonetas todos los fines de semana para recorrer los dos pueblos y devolver a los adolescentes a sus casas. Pero aquel día, no habían autobuses ni furgonetas.

Francisco Antonio Soria, otro amigo de las niñas, dice que se las encontró por el ambulatorio de Alcácer sobre las 19,45 horas, que íban las tres solas. Añadió que las saludo y que a lo mejor se iban a hacer autoestop, aunque le extrañaba porque esa misma tarde le había preguntado a Desirée si iban a ir a la Discoteca Coolor y ella le contestó que no.

Francisco José Hervás, dice que las vio sobre las 20,15 horas y estaban en la salida de Alcácer hacia Picassent, a la altura del último semáforo. Iba acompañado de su novia y vieron como íban preguntando a los conductores si las querían llevar, por lo que ellos decidieron trasladarlas hasta la primera gasolinera de la entrada de Picassent, donde se quedaron. Ellas le preguntaron si las podía acercar hasta la discoteca, pero el jóven tenía el coche estropeado, perdía mucha gasolína y iba a dejarlo en un taller. Este chico asegura que no estaban haciendo dedo, que él las llamó y Miriam se acercó, posiblemente no estában haciendo autoestop para que no las cogiera nadie sospechoso, sólo que cuando paraban los coches ellas íban a preguntar cuando conocían a alguien.

Se dijo que Antonio Anglés era asíduo a ir al instituto y hacerse pasar por un estudiantes más y así atraer a las chicas, ya que no tenía mal aspecto. Al parecer se conocían y es posible que fuera detrás de Miriam.

Hubo un último testigo, Dolores Badal Soria, que dijo que estaba en la ventana de su casa y vio a las tres chicas haciendo autoestop a los vehículos que pasaban y que uno de ellos detuvo la marcha al llegar donde estában las tres jóvenes, abriendo la puerta posterior sin bajarse ninguno de los ocupantes, subiendo éstas en los asientos posteriores junto a otros dos ocupantes que iban en los mismos, al parecer hombres y en la parte anterior iba el conductor y otro individuo. En total íban cuatro hombres a los que no les vio la cara a ninguno de ellos. Una vez que subieron las chicas se fueron dirección hacia arriba. Que el turismo era de color blanco con cuatro puertas, bien conservado y pequeño, pero no sabía la marca ni matrícula. Describió cómo iban vestidas las jóvenes.

Se recibieron muchas llamadas de gente que decía que las niñas habían sido llevadas a chalets, a otras localidades costeras, incluso a cáceres. Muchas llamadas que aseguraban que no era broma y que un profesor del instituto donde estudiaba Míriam estaba implicado. La guadia civil nunca investigó esto.

Dijeron que, supuestamente, podían haberse subido al coche de este profesor, ya que las niñas no se subían a cualquier coche y que si no dudaron de aquel coche blanco era porque los conocían, sobre todo porque sólo faltában en ese punto, 800 metros para llegar a la discoteca.

A la semana de la desaparición y por primera vez de forma oficial, la Guardia Civil investigó a dos personas como autores del rapto de las niñas porque se habían personado en el cuartel dos videntes que describían un chalet, y tanto el edificio como su entorno son exactamente como en la realidad. Afirmában que las jóvenes Miriam, Toñi y Desirée montaron en un coche ocupado por dos personas y describieron los rasgos morfológicos de uno de los que ocupaban el vehículo. Al haber sido visto un individuo que coincidía con las características merodear por las inmediaciones y ser desconocido, se solicitaba el rastreo con perros. Ese delincuente era habitual con numerosos hechos delictivos. Nunca se llegó a saber quienes eran esos dos sospechosos, pero la Guardia civil tenía sus fichas a mano porque ese mismo día realizaron gestiones con las fotografías de los dos, en todos los comercios desde la gasolinera hasta la discoteca Coolor.

España entera sufrió la desaparición de estas tres niñas, de los padres impotentes de no poder hacer nada, mientras escuchaban que las habían visto por todos los sitios, a lo que ellos afirmában que jamás se irían por su propia cuenta, ya que eran niñas felices en sus hogares.

Los padres sabían que algo malo les había pasado y que las tendrían retenidas en contra de su voluntad. Sin embargo, los encargados de investigar su desaparición, pensaron que se habían ido en una escapada infantil y que después regresarían a sus casas. Sólo esto puede explicar que la Guardia Civil, encargada de averiguar el paradero de las niñas, tardara siete días en tomar declaración a las últimas personas que les habían visto con vida aquel viernes 13.

La gente que vivíamos por esta zona (Comunidad Valenciana) fuimos los que menos creímos en la versión oficial. En Alicante, se rumoreaba entre los jóvenes que había un "Chalet" donde venía gente "muy poderosa del país". Allí les llevaban chicas "sin su consentimiento" y pasaban muchas cosas. Era un temor que teníamos todas las jóvenes durante aquel tiempo. Aunque también decían que normalmente eran chicas de fuera de la ciudad en su mayoría. Esto no es una hipótesis, realmente se hablaba de aquello y era mucha la gente que incluso sabía el lugar.

El día que desaparecieron Miriam, Toñi y Desirée también hubo rumores de que habían estado en Alicante en ese "chalet". Señalo, que Valencia está a una hora y media excasa de Alicante. Supuestamente, los dos inculpados en el triple crímen, fueron los encargados de traerlas y posteriormente llevárselas. También se comentaba que aquel día, cuando estuvieron en el chalet, se pasaron con ellas, eran muy jóvenes y se hablaba de que habían estado con varios hombres, después estos dos individuos se encargaron de "acabar" definitivamente con ellas y enterrarlas. Todo esto son rumores que circulaban por la ciudad.

Durante más de dos meses se buscaba a las niñas, la repercusión en los medios nacionales era muy fuerte, comenzaron a llamarlas "Las niñas de Alcácer".

El 27 de Enero de 1993, setenta y cinco días después de su desaparición, a primera hora de la mañana, Gabriel Aquino González, un agricultor jubilado de 69 años y su consuegro José Sala Sala, diez años más joven, se fueron en su furgoneta a examinar las colmenas. En un lugar rodeado de montañas, muy agreste, con un camino de tierra que en esas fechas era casi intransitable. Era una mañana muy fria y el viento era el único sonido que se escuchaba en un silencio casi desolador en el lugar.

Antes de marcharse decidieron esperar a calentarse al sol un poco, mientras José se sentó en una piedra a encenderse un cigarrillo, Gabriel decidió dar un paseo por los alrededores y se fue hacia el barranco de La Romana, hacia dos casetas del fondo. Cogió la única senda existente que había y comenzo a andar sin rumbo fijo. Estuvo andando durante 20 minutos y cuando iba a regresar vio algo que le llamo la atención. Se fue hacia José y le dijo, "Ché, Pepe, aquí hay algo muy feo". José se levantó asustado por la extraña llamada de Gabriel y fue corriento los 150 metros que los separaban. Vieron un montón de arbustos secos, se notaba que habían sido cortados y arrojados allí como queriendo tapar algo.

"¿Qué es lo que pasa aquí? ¿quién ha meneado la tierra?" Observaron que debajo de los matorrales la tierra estaba como más hundida. José, más decidido, se adelantó por la orilla y con la ayuda de una espátula, un hierro de los que utilizan los apicultores para mover los cuadros de colmenas, quitó una aliaga y una mata. Debajo, iba a aparecer la más terrible visión de sus vidas: vieron como salía de la tierra un reloj plateado, algo parecido al puño de un hombre, que no tenía piel pero dedujo que era un puño.

Cuando relataron todo esto al juez, José no dudo en contarle que habían tenido reparos de si contar esto o no, por los problemas que le hubiera podido causar el macabro hallazgo, lo discutieron y la lógica les hizo ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil.

Posteriormente cuando la Guardia Civil se personó en el lugar, comenzaron los errores, uno detrás de otro. De hecho, los dos apicultores afirman que las fotografías que les enseñaron no se correspondían con lo que ellos habían visto.

Las autopsias de los cadáveres están rodeada de misterio por la pérdida de algunas pruebas y la no investigación minuciosa de otras. El artículo con las autopsias es demasiado largo, por lo que he tenido que dividirlo en tres partes, aquí os pongo las otras dos:

El crímen de las niñas de Alcácer - VER AUTOPSIAS OFICIALES - (primeras)

El crímen de las niñas de Alcácer - VER AUTOPSIAS OFICIALES DEL DOCTOR FRONTELA - (segundas)

Aunque ya se sabía, fue con el inicio de las autopsias cuando ya se verificó que eran las niñas de Alcáser.

Aquel día no se le olvidará a nadie, cuando en televisión vimos nuevamente las fotos de las tres niñas y la verificación de que eran ellas las encontradas en aquella fosa. En aquel lugar se encontró un documento sanitario con el nombre de uno de los presuntos asesinos, Enrique Anglés Martins, un chico con problemas psicológicos. Este papel llevó a la policía a su domicilio donde detuvo a toda la familia Anglés al completo y al otro sospechoso, Miguel Ricart, aunque Antonio escapó. A su vez, Anglés estaba en busca y captura tras no volver a prisión tras un permiso penitenciario concedido en marzo de 1992, por someter a su novia a vejaciones, palizas, insultos, incluso la tuvo atada en el patio de su casa durante muchas horas.

Todavía se encuentra en paradero desconocido, a pesar de que su búsqueda fue incesante nacional e internacionalmente.

Miguel Ricart, fue juzgado y condenado a 171 años de cárcel, en un juicio muy polémico. Durante el juicio, Miguel dijo que no había participado en el crímen, que sólo había mantenido relaciones sexuales con Desirée. Según relató, Antonia (Toñi) fue la primera en salir del coche, tras ella Miriam. A los 20 minutos vio venir a Toñi corriendo hacia el coche, diciéndole a Desirée que Miriam estaba muy mal. Las dos fueron hacia donde estaba Miriam y Antonio Anglés, supuestamente, y según Miguel Ricart, escuchó unos disparos.

En el juicio también se especuló con una posibilidad, que las niñas podían haber sido víctimas de algún grupo organizado o para realizar una "snuff movie". Esto fue creíble para algunos, pero nunca se ha llegado a demostrar.

Mientras tanto, la búsqueda de Antonio Anglés era incesante. Al parecer se le perdió la pista en un barco en el que, supuestamente, se había embarcado en Lisboa como polizón y en el que dícen que se tiro al agua cerca de las costas de Irlanda, esas son las últimas noticias que se supieron de él.

Otra polémica, una de las más fuertes, fue la de la periodista Nieves Herrero, que la misma noche que encontraron a los cadáveres, aprovechó el dolor de los familiares de las víctimas y emitió un especial televisivo. Este programa se hizo en un teatro y convirtió la tragedia y pena de los familiares, amigos y todo el pueblo español, en un espectáculo. Aquel programa fue vergonzoso.

De hecho, Nieves Herrero tuvo que dejar la televisión a raíz de aquel bochornoso espectáculo en el que no mostró el más mínimo ápice de respeto. Ya fuera porque las circunstancias del programa la obligaron a someterse a ese cruel espectáculo o porque fuera ella misma la que lo hiciera, nadie perdonó ni ha olvidado aquel día.

El caso fue y ha sido uno de los más misteriosos.

- El fallo de la sentencia judicial se atribuyó a Miguel Ricart como único inculpado en el triple crímen al estar Antonio Anglés ausente en el mismo juicio por no haber sido arrestado.

- Desaparecieron pruebas o no se consideraron influyentes, lo que propició una fuerte reacción del pueblo español que pedía la pena de muerte para los culpables.

- Se encontraron, según informes judiciales, vellos púbicos en los genitales de las niñas que no pertenecían a Ricart ni a Anglés, lo que supone que hubo más implicados. También estas pruebas fueron descartadas como no influyentes en el caso.

- Los cadáveres debieron de estar enterrados en dos fosas diferentes, ya que las ropas contenían barro arcilloso justo dentro de la fosa donde predomina la tierra rica en fosfato cálcico.

- Tampoco se analizaron las larvas encontradas en los cuerpos de las niñas. Si las hubieran analizado se podría haber averiguado cuánto tiempo llevaban muertas, por el tiempo y crecimiento de estos insectos, porque para que estos animales puedan criar, necesitan oxígeno y la fosa carecía de aire al estar enterradas las jóvenes.

- Tampoco se sabe si realmente la caseta de la Romana fue el escenario de las violaciones continuadas anales y vaginales a las niñas, ya que los colchones analizados y hallados en el interior de la caseta no contenían sangre.

- La pérdida de una alfombra persa carísima que envolvía el cuerpo de una de las niñas.

- No se investigaron las cuentas corrientes de Antonio Anglés en las que había recibido millones de pesetas en aquel tiempo, en concreto 85 millones, coches y algún apartamento, teniendo en cuenta que estába en el paro de toda la vida.

- No se realizaron todas las pruebas forenses. Unos años después el Dr. Frontela, un forense prestigioso y especialista en estos crímenes, retomó el caso pero habían desaparecido algunas pruebas y además partes de los cuerpos ya no estában o no habían sido conservadas debidamente. Sin embargo, lo que pudo estudiar sobre el triple crímen y la forma en la que murieron las niñas, no tenía nada que ver con los informes iniciales, como hemos podido leer antes.

Se dice, que se callaron muchas bocas de gente que quería hablar, mucha gente poderosa no quiso que se aclararan las cosas. Amenazas al criminólogo Juan Ignacio Durán y al periodista Pepe Navarro, cuando estaban esclareciendo muchas cosas sobre este asunto.

Los padres de las jóvenes llegaron a enemistarse entre ellos por la presión de la prensa, del juicio y del caso en sí. El padre de Míriam, Fernándo García, nunca se ha dado por vencido y lejos de quedarse con la "versión oficial", recogió firmas por todo el país, para que se averiguara el por qué de todas esas pruebas perdidas, los vellos púbicos, etc. Este hombre incluso fue acusado de injurias posteriormente.

El sufrimiento de las familias fue tan brutal, que la mayoría de los padres de las niñas fallecieron casi todos, no mucho tiempo después de que encontraran los cuerpos.

Todo lo que rodea a este caso es un misterio.

Muchos piensan en ritos satánicos y han explicado en miles de ocasiones los rasgos del crímen de las niñas, por la brutalidad que aparece en las autopsias, aunque esta es una versión de la que nunca se ha hablado mucho, como ha pasado con todo lo que rodea a este caso, no se sabe.

MIRIAM, TOÑI Y DESIRÉE, NUNCA OS OLVIDAREMOS! SEGUIMOS ESPERANDO QUE ALGÚN DIA SE DESCUBRA LA VERDAD.