En la primavera de 1933 se sucedieron varios hechos con un autobús de la línea 7 en un barrio de Londres.
Siempre ocurría a altas horas de la noche, en la esquina entre St. Mark's Road y Cambridge Garden, en el barrio de Kensington. Era una curva ciega muy peligrosa con escasa visibilidad donde habían ocurrido algunos accidentes en el pasado.
Un automovilista relató que una noche, al girar hacia la derecha, vio a un autobús rojo de dos plantas echársele encima. Llevaba los faros encendidos y el motor rugiendo malévolamente. Gracias a un volantazo pudo apartarse de su trayectoria, invadiendo la acera y evitando así chocar con él. Mientras tanto, vio a sus espaldas a aquel autobús desvanecerse en la oscuridad.
"Las luces de sus dos pisos estaban encendidas, pero no vi pasajeros ni tripulación", le dijo a la policía.
También recordaba haber visto con claridad que en la parte delantera llevaba un cartel con el número 7, pero aquella línea, según comprobaron los agentes más tarde, no existía en la ciudad de Londres.
Hechos como este se repitieron durante toda la primavera.
El último fue el 11 de junio. Un conductor perdió la vida cuando se estrelló justo después de la curva contra la pared de una de las casas. Uno de los testigos declaró al juez encargado de las diligencias que había visto a un misterioso autobús número 7 aproximarse al automóvil poco antes de que se estrellara.
El juez no creyó a ese testigo, pero en los días siguientes, todos los periódicos de la ciudad y las dependencias judiciales se vieron desbordadas por la gran cantidad de llamadas y cartas de vecinos que aseguraban haber visto al autobús y desaparecer pocos segundos después como por arte de magia, todavía con el motor encendido.
Como no encontraban explicación ni remedio para contestar a las preguntas de la gente ni tampoco cómo evitar aquello que había sembrado el pánico entre los conductores, las autoridades londinenses decidieron mejorar la visibilidad de ese cruce, ensanchando la calzada unos metros.
Desde aquel momento el misterioso autobús fantasma rojo número 7, no volvió a aparecerse en aquel peligroso cruce entre St. Mark's Road y Cambridge Garden.
Siempre ocurría a altas horas de la noche, en la esquina entre St. Mark's Road y Cambridge Garden, en el barrio de Kensington. Era una curva ciega muy peligrosa con escasa visibilidad donde habían ocurrido algunos accidentes en el pasado.
Un automovilista relató que una noche, al girar hacia la derecha, vio a un autobús rojo de dos plantas echársele encima. Llevaba los faros encendidos y el motor rugiendo malévolamente. Gracias a un volantazo pudo apartarse de su trayectoria, invadiendo la acera y evitando así chocar con él. Mientras tanto, vio a sus espaldas a aquel autobús desvanecerse en la oscuridad.
"Las luces de sus dos pisos estaban encendidas, pero no vi pasajeros ni tripulación", le dijo a la policía.
También recordaba haber visto con claridad que en la parte delantera llevaba un cartel con el número 7, pero aquella línea, según comprobaron los agentes más tarde, no existía en la ciudad de Londres.
Hechos como este se repitieron durante toda la primavera.
El último fue el 11 de junio. Un conductor perdió la vida cuando se estrelló justo después de la curva contra la pared de una de las casas. Uno de los testigos declaró al juez encargado de las diligencias que había visto a un misterioso autobús número 7 aproximarse al automóvil poco antes de que se estrellara.
El juez no creyó a ese testigo, pero en los días siguientes, todos los periódicos de la ciudad y las dependencias judiciales se vieron desbordadas por la gran cantidad de llamadas y cartas de vecinos que aseguraban haber visto al autobús y desaparecer pocos segundos después como por arte de magia, todavía con el motor encendido.
Como no encontraban explicación ni remedio para contestar a las preguntas de la gente ni tampoco cómo evitar aquello que había sembrado el pánico entre los conductores, las autoridades londinenses decidieron mejorar la visibilidad de ese cruce, ensanchando la calzada unos metros.
Desde aquel momento el misterioso autobús fantasma rojo número 7, no volvió a aparecerse en aquel peligroso cruce entre St. Mark's Road y Cambridge Garden.
1 comentarios:
o dios mio!!!!!!!............ HARRY POTTER!!!!!
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